La manera que tiene de dar clase es muy inteligente, porque mediante las bromas la singularidad del humor que emplea nos dice cosas que son importantes y útiles para todo y así de esa manera se aprovecha mucho mejor una clase y aprendemos mas que es lo importante de las clases, lo malo es que hay muchas cosas que las deberíamos de saber y no las sabemos, pero en la clase de ética las aprendemos además de dar ética, nos da tiempo a todo en una sola clase a la semana.
En las clases aparte de aprender de manera inteligente nos lo pasamos muy bien porque nos estamos riendo todo el rato y es que las clases son graciosas y si alguien interrumpe me ha llamado la atención la manera en la que lo soluciona el profesor de ética que es la correcta desde luego, llama a esa persona a que salga al pasillo y lo habla en un minutito con esa persona y después vuelve a entrar con una sonrisa y así no interrumpe la clase discutiendo delante de todos con ese alumno.
Lo malo es que no hacemos excursiones y eso siempre nos gusta, al menos una al curso. Con la clase de ética eso se extraña, tendría que ser divertido ir con el profesor d excursión.